25 Grandes errores que comete una mujer en el sexo

Publicado por Juan Madinabeitia en

Tan acostumbradas a la represión sexual y los cánones impuestos por la sociedad, las mujeres, en ocasiones, perdemos la naturalidad biológica sexual. Nos esforzamos demasiado o no lo hacemos en lo más mínimo, nuestro comportamiento es frágil y las ideas que tenemos sobre el placer sexual son anticuadas. Esperamos que nuestra pareja sea quien disfrute pero no nos preocupamos por nosotras y por lo que en realidad queremos.

Idealmente, mujeres y hombres deberíamos esforzarnos al máximo para hacer que nuestra pareja alcance el orgasmo y se olvide por un instante de todo lo que ocurre a su alrededor. Pero muchas veces damos las cosas por hecho, creemos que el otro se excitará con facilidad y acabará porque… es lo que ocurre siempre.

Cada detalle importa, no es relevante cuánto tiempo llevemos con una persona, el esfuerzo debe ser siempre el mismo. Las parejas que llevan años conociéndose y quienes están a punto de intimar, cometen típicos errores que, cuando recordamos, nos dan vergüenza y nos sentimos mal por haberlo hecho tan patéticamente. La costumbre o inexperiencia pueden hacer que a los ojos de nuestra pareja no lo estemos haciendo bien. Sin decir nada, se perturban con nuestro comportamiento y, como no se atreven a decirlo, repetimos el patrón hasta el infinito; por eso te decimos los errores que muchas mujeres cometen y que asustan a cualquier hombre.

Llorar después del sexo

Sólo imagina este escenario: él está en éxtasis, de pronto te voltea a ver y las lágrimas invaden tus mejillas. No sólo es una reacción incomprensible para un momento tan mágico, sino que llorar hace que todo lo que sucedió dé un giro bastante perturbador e incómodo. Él seguro se preguntará qué hizo mal o qué es lo que te ocurre, y arruinarás el momento; recuerda que ningún hombre sabe cómo manejar las lágrimas.

Enojarse porque se quedó dormido

El sueño es una reacción biológica bastante normal que le sigue al sexo. Muchas mujeres buscan un momento de ternura e intimidad en el que se cuenten toda su vida, pero hay ocasiones que ellos se quedan dormidos. El mundo no se acaba ni te ha dejado de amar. 

Preguntar si te ves gorda antes, durante o después

Matar la pasión puede explicarse en una sencilla pregunta como ¿me veo gorda? ese momento es para disfrutar a tu pareja y que él lo haga contigo. A tu pareja no le preocupa cómo luce tu vientre, su  mirada está puesta en otras zonas mucho más atractivas como tus senos o tus nalgas. Déjate llevar y relájate, si estás gorda, al menos tienen de dónde agarrarse.

Estimular el ano sin preguntar

Tal vez tu pareja no está lista para ese tipo de jugueteo o simplemente no le gusta, por lo que debes preguntar antes de siquiera intentarlo, si no lo haces, lo harás sentir muy incómodo. 

Morder el pene

No lo hagas, no es nada placentero y les duele. Recuerda que es una zona sumamente sensible que requiere cariño y no violencia.

Apretar demasiado el pene

Una presión ligera está bien, pero presionar el pene como si intentaras exprimirlo no es para nada agradable. 

Fingir el orgasmo

Es, tal vez, el peor error que toda mujer puede cometer, si finges una vez él pensará que ha hecho lo correcto y repetirá la fórmula todas las veces que sean necesarias para producir el mismo efecto, lo que, en caso de fingir será, por supuesto, nada.

“Castigar” sin sexo

No castigas a nadie más que a ti. Una pelea o que él haya salido sin decírtelo no se arregla negándole el sexo, es una de las maneras más patéticas de exigirle amor. 

Interpretar el papel de mujer difícil

Es bueno darse a desear, pero demasiada espera no le hace bien a nadie, sobre todo si en verdad lo quieres intentar. Tener sexo debe ser una decisión de dos, pero los hombres no esperan que una mujer sea virgen hasta que ellos lleguen. No te esfuerces en aparentar lo que no eres.

Provocarlo y después no tener sexo

Regla básica: eso no se hace. Si quieres tener sexo con él, hazlo, si no, no lleves las cosas a un nivel elevado de pasión. Recuerda que ellos sienten incomodidad, algo que se conoce como Blue balls, así que, si vas a prender el boiler, métete a bañar.

Querer que él lo haga todo

Un error bastante común es creer que nuestro único papel en la relación es postrarnos sobre la cama y dejar que él se ocupe de lo demás. Eso hace que una relación se vuelva monótona y aburrida, a ellos les gusta ver cómo nos movemos  y disfrutamos del sexo. No te quedes quieta como vegetal en espera de que las cosas ocurran, el orgasmo se trabaja, no llega solo.

Creer que él sólo siente placer en su pene

Puedes explorar otras zonas de su cuerpo para que él sienta placer de distinto modo, no todo se basa en estimular su pene, explora otras partes sensibles como los muslos, el cuello, las orejas o las nalgas. 

Apagar la luz 

Pedir que apague la luz para poder tener sexo es signo de poca autoestima. Disfruta tu cuerpo y el de tu pareja, en ese momento lo que menos importa es esa llantita extra o la imperfección que no quieres que vea.

Creer que con quien tuviste sexo es tu príncipe azul

Tener sexo no implica que se casarán o que él esté en deuda contigo. Olvídate de las ideas antiguas y prueba varias veces hasta encontrar al ideal. 

No prestarle la importancia debida

Hacer el amor es un acto de entrega hacia tu pareja. Muchas veces pensamos que todo está dado y que no importa el esfuerzo, al grado que comenzamos a perder la pasión y hablamos de cosas sin importancia. Deja de pensar en las charlas que podrías tener en cualquier ocasión, si necesitas ir de compras o de lo que ocurre en la televisión, ya habrá momento para eso.

Guiarlo todo el tiempo

Es bueno que le digas lo que quieres y lo guíes para que tú también disfrutes, pero si lo haces todo el tiempo se cohibirá o sentirá que nada de lo que hacen te gusta. Intenta que él pruebe cosas.

Pretender que él sepa todo de tu cuerpo sin enseñarle

Cada mujer es diferente y sus zonas erógenas se encuentran en lugares distintos, ayúdale a que aprenda dónde están las tuyas, dile qué sientes, cómo te gusta y hacia dónde debe llevar sus movimientos y caricias.

Decir que eres virgen sin serlo

La virginidad era algo apreciado hace 40 años, pero ahora el estereotipo de una mujer pura y casta ha quedado en el pasado. A ellos ya no les importa, y si dices esta “pequeña” mentira, cuando llegue la hora de la hora ni siquiera disfrutarás del momento como deberías.

No comprenderlo si termina muy rápido

A veces es tanta la pasión que él no puede contener sus impulsos biológicos y llega al orgasmo mucho antes que tú, no lo juzgues, él ya se siente suficiente mal como para que empeores las cosas con críticas o mala cara.

Ropa interior que mata pasiones

La comodidad es importante para tu bienestar, pero podrías optar por algunos modelos con encaje que, además de hacerte sentir bien, te den seguridad para ese momento. Nunca está demás tener una prenda sexy en el guadarropa o lencería adecuada para esos momentos de pasión.

Hacer planes para tener sexo

Armar un itinerario en el que los días que tendrán sexo sean específicos es sumamente aburrido y le quita el misterio a ese momento. Deja de ser un acto atrevido para convertirse en parte de la rutina.

Quejarse

Si mientras estás haciendo el amor te quejas de todo lo que prueban, pronto él no sabrá cómo actuar. Si no te gustan sus caricias, estás incómoda o esa posición no es lo tuyo, terminarás hartándolo. Si después del sexo le dices que no te gustó o lo mal que lo hizo también arruinarás el momento. Nadie es experto, puedes guiarlo pero di las cosas con sutileza.

Poner tus manos cerca de su  cuello cuando estás encima

Para nosotras, mientras nos movemos, es bastante común apoyarnos en nuestra pareja, pero no pensamos en lo que ellos sienten. Apoyarnos cerca de cuello los hace sentir mal, como si los estuvieras asfixiando. Es mejor que te recargues en la cama o en sus hombros. 

No tener iniciativa

En realidad, a ellos les encanta cuando nosotras comenzamos con la acción porque ocurre muy pocas veces.

Exagerar

En ocasiones creemos que mientras más sonidos hagamos o sea más evidente que lo disfrutamos, él se excitará más. Sé tú misma, no exageres porque él lo notará y será un poco o bastante extraño.


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